No hace falta decir que el embarazo afecta a casi todas las áreas de tu vida, física, mental y emocionalmente, así que no te sorprenderá que también afecte a tu salud bucal. Aunque estos problemas deberían desaparecer después del embarazo, es importante que sigas cuidando tu boca cepillándote al menos dos veces al día y utilizando el hilo dental una vez al día. A continuación te presentamos tres cosas que puedes experimentar durante el embarazo.

Náuseas matutinas

Las náuseas matutinas, que en realidad no están reservadas sólo a las mañanas, afectan a cerca del 70% de las mujeres embarazadas y están causadas por numerosos factores, como el rápido aumento de los niveles hormonales y la disminución del azúcar en sangre. Por desgracia, para muchas mujeres, las náuseas matutinas provocan vómitos frecuentes. Los vómitos pueden ser perjudiciales para los dientes porque el ácido del estómago puede provocar caries. Si padeces náuseas matutinas, puedes tener la tentación de cepillarte los dientes justo después de vomitar. En cambio, es mejor enjuagarse primero la boca para neutralizar el ácido antes de cepillarse. Puedes simplemente enjuagarte la boca con agua o mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio con una taza de agua, hacer buches y escupir. Espera treinta minutos y luego cepíllate los dientes.

La sensibilidad de tu estómago también puede hacer que te den arcadas con más facilidad, lo que dificulta el cepillado rutinario de los dientes. Cepillarse los dientes más despacio o utilizar una pasta de dientes de otro sabor puede ayudar. Si sientes náuseas al intentar cepillarte los dientes, tómate un descanso de treinta minutos y vuelve a intentarlo. Lo más importante es encontrar un momento para cepillarse los dientes, aunque sea más difícil.

Sangrado de las encías

Además de causar fatiga, náuseas y cambios de humor, las hormonas del embarazo también son responsables de una afección común llamada gingivitis del embarazo. Las hormonas pueden hacer que las encías se hinchen y se irriten fácilmente con la placa, lo que a su vez hace que las encías sangren. La buena noticia es que, con una buena higiene bucal, la gingivitis del embarazo suele resolverse por sí sola después del embarazo. Asegúrate de utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves que sea delicado con tus encías sensibles, y no descuides el uso del hilo dental todos los días aunque te sangren las encías.

Visita al dentista

Ten en cuenta que, durante el embarazo, sigue siendo seguro -y recomendable- acudir al dentista para realizar revisiones y limpiezas dentales periódicas. Se ha demostrado que las limpiezas rutinarias y las radiografías dentales son perfectamente seguras durante el embarazo. También es seguro realizar procedimientos dentales como empastes y coronas durante el embarazo. De hecho, para evitar infecciones, es importante no esperar para tratar cualquier problema que pueda tener. Los médicos recomiendan tratar de ocuparse de estos procedimientos en el primer o segundo trimestre, ya que recostarse en un sillón dental puede resultar mucho más incómodo en el tercer trimestre.

Si usted está embarazada, nos encantaría ayudarle con todas sus necesidades dentales en Cornerstone Family Dentistry. Desde limpiezas dentales de rutina hasta preguntas o complicaciones que pueda tener debido a las hormonas del embarazo, ¡haga una cita con nosotros hoy!