Qué hacer cuando su hijo comienza a perder los dientes

Qué hacer cuando su hijo comienza a perder los dientes

A pesar de que durante los años del bebé se necesitan meses de días inquietos, babeantes y noches largas y sin dormir para que crezcan los dientes (también conocido como dentición), el proceso de pérdida de los dientes de leche suele ser considerablemente más fácil y emocionante. Los niños comienzan a perder los dientes de leche cuando los dientes permanentes (o permanentes) comienzan a crecer y a expulsar los dientes de leche. Al igual que la dentición, la edad para comenzar a perder los dientes varía con cada niño, comenzando a los cuatro años y terminando tan tarde como a los quince. Los dientes generalmente se caen en un orden similar al que crecieron, primero los dientes frontales, luego los caninos y finalmente los molares. Además de decidir cómo manejará al hada de los dientes, aquí hay algunos consejos sobre qué hacer cuando su hijo comience a perder los dientes.

1. Fomente el contoneo. Es probable que su hijo mueva el diente suelto con los dedos o la lengua con frecuencia, ¡y está bien! Esto ayudará a que el diente siga aflojándose hasta que esté listo para salir. No recomendamos sacar el diente, sino dejarlo caer de forma natural. Esto sucede a menudo cuando su hijo está comiendo o moviéndolo. Sacar un diente flojo que no está del todo listo para salir corre el riesgo de dañar las raíces o las encías y puede causar molestias innecesarias e incluso infecciones.

2. Prepare a su hijo para lo que sucederá. Especialmente si este es el primer diente flojo de su hijo, es una buena idea prepararlo para lo que sucederá cuando le salga el diente. La mayoría de los niños informan que perder un diente no duele en absoluto, pero asegúrele a su hijo que, incluso si hay una ligera molestia, no debería durar mucho. Advierta a su hijo que puede haber algo de sangrado cuando salga el diente, pero que el sangrado no debe durar más de una hora. Si su hijo va a la escuela con un diente flojo, considere enviarlo con una bolsita para que le coloque el diente si se le sale en la escuela.

3. Enjuague con agua tibia. Cuando su hijo pierda el diente, simplemente haga que haga buches con agua tibia y luego escupe el agua con sangre. Su hijo puede repetir esto varias veces hasta que deje de sangrar. Otra opción es que su hijo muerda un paño húmedo hasta que deje de sangrar.

4. Continúe practicando una buena higiene bucal. Aunque cuidar los dientes de leche y establecer hábitos saludables es muy importante, una vez que los dientes permanentes de su hijo comienzan a crecer, es aún más crucial que practique una buena higiene bucal. Recuérdele a su hijo que estos son los dientes que tendrá de por vida y que es muy importante cuidarlos para que se mantengan sanos y fuertes. Asegúrese de que su hijo tenga el hábito de cepillarse los dientes todas las mañanas y todas las noches, así como de usar hilo dental al menos una vez al día. Cuando su hijo es pequeño y todavía nuevo en esta rutina, puede ser una buena idea supervisarlo y ayudarlo cuando sea necesario. Establecer estos hábitos ahora tendrá un gran impacto en la salud bucal futura de su hijo. Además de estos hábitos diarios, asegúrese de que su hijo visite a su dentista para un chequeo de rutina dos veces al año. Nos encantaría ayudar a su hijo a tener una sonrisa feliz y saludable, ¡así que programe una cita hoy!

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